Las gallinas que entran por las que salen
Tienes que dejar de hacer esto con tus tarifas y tus relaciones



Hola pantera, ya tenía ganas de volver a hablar contigo. Quince días sin contarte cositas se me hacen largos.
Hoy me he adelantado y te estoy mandando el primer rugido de junio tres días antes, a día 29 de mayo. ¿Por qué? ¡Por qué puedo, já! Me ha dado por ahí y ya estaría. Es bueno en la vida ser un poco gamberra y fluir más con las sensaciones y menos con las tablas de excel.
Dicho esto, prepárate porque hoy te voy a mostrar una perspectiva que lo mismo te deja tocadita, pero tocadita para bien.
Saber vender sin saber vender
Mira, lo que voy a decirte a continuación parece una cosa muy simple. Escúchame, no lo es.
No todos los productos o servicios caros son buenos, pero sí todos los productos o servicios buenos, son caros.
Léelo otra vez.
Esto lo sabe todo el mundo. Es de cajón. No hace falta saber de marketing, de ventas, ni nada de eso. Es una cuestión de las gallinas que entran por las que salen. Luego te explico lo de las gallinas.
Hay muchos productos o servicios caros a los que se les infla el precio, sí; pero en verdad su calidad no es tan buena. Realmente no valen tanto. Se les sube el precio porque si el mercado lo permite, si la relación entre oferta-demanda da esa posibilidad, se hace.
Por ejemplo, hay productos que no son excesivamente caros de producir o servicios que no son realmente de tanta calidad, pero mucha gente los demanda. Se les puede subir el precio y la gente paga por ellos. Hasta que la gente se canse o ya no los quiera, obvio.
Bien, hasta ahí todo claro.
Ahora bien, cualquier producto o servicio bueno, bueno de verdad, de calidad, precisa ser caro. Aquí es donde entra lo de las gallinas. Precisa ser caro si se desea que sea algo sostenible en el tiempo. ¿Por qué? Porque si se destina mucho tiempo y dinero en producirlo, y obviamente se le quiere sacar un beneficio porque un negocio no es una ONG, pues el precio final para el consumidor tiene que ser caro. No tiene más complicación.
Hasta aquí todo sencillo, ¿verdad?
Pues vamos con lo interesante, porque ahora mismo no sabes por qué te estoy mareando con esto. Voy a afinar. Agárrate.
Te lo estoy contando porque si todo el mundo sabe que no todos los productos o servicios caros son buenos, pero sí que todos los productos o servicios buenos, son caros… todo el mundo sabe también que un producto o servicio barato no puede ser demasiado bueno. Quizás algo bueno, pero no demasiado.
Hay excepciones, sí. Como en todo. Como esa ganga de marca en perfecto estado que te compraste en el mercadillo de los domingos en tu pueblo hace 3 veranos. Vale, puede pasar. Te lo compro. Pero generalmente, que algo sea caro no es indicador de que sea bueno y que algo sea barato sí es indicador de que probablemente no sea bueno. O no sea de lo mejor.
Y ahora bien. Vamos a donde está lo interesante, pantera:
¿Qué mensaje estás lanzando a tus clientes o audiencia si pones tus productos o servicios baratos por miedo a que no te compren?
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Mujer Pantera para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.